11 ene 2010

Historias de tren (VIII)

Año nuevo, vida nueva... eso dice el refranero popular que no penséis que no es sabio.

Hoy ha sido un día diferente, cuando he salido a la calle después de la rutina de todos los días me he sentido como un niño. Todo parecía vestido con una pequeña capa de azúcar en polvo no tan fina en algunas zonas hasta de 6 cm. Me he sentido como un niño, me acuerdo que cuando nevaba en mi pueblo todo era una fiesta, para empezar no había clase pues por una parte muchos profesores no podían llegar a la escuela y por otra los niños que venían de pequeños pueblos les era imposible venir también. Esos días eran diferentes, cojías un saco de plástico de esos en los que se empaquetan las patatas, robabas de tu casa un par de cojines para rellenar el saco y en el mejor de los casos, si consegias llenarlo con paja tenías un autentico Ferrari para bajar por los prados nevados.
Pese a los chubasqueros y a los pantalones impermeables aparecías empapado pero enseguida te cambiabas y preparabas para una nueva batalla de bolas de nieve o para hacer un muñeco de nieve gigante...

... el azúcar en polvo me da su primera bofetada, vuelvo a la realidad después del primer resbalón y amago de caída. Menos mal que he salido preparado como si fuera a escalar una autentica montaña (botas de montaña, chupa de alta montaña, guantes, bufanda y paraguas largo que hacia las veces de improvisado piolet) que si no otro gallo hubiera cantado.

De repente el silencio anterior se ve alterado por los intentos de una furgoneta por salir de donde estaba aparcada, a su altura le intento ayudar empujando un poco el vehículo hasta que consigue salir, el hombre me lo agradece, pero yo no se si realmente le he hecho un favor o realmente le he metido en un problema (había calles que eran autenticas pistas de patinaje).

En el anden la gente apelotonada por la dulce y añorada nieve, había retrasos por la inclemencia climatológicas. Resultado fácil de intuir, el tren parecía que iba lleno de sardinas en lata. Hoy lógicamente no me he podido sentar, la nieve ?*#|%¬€~$

Por fin he llegado al trabajo, y las penas y los trasiegos pasados durante el trayecto se ven olvidados por los bolazos de nieve tirados a mis compañeros de trabajo.

Hoy no puedo enlazaros ninguna pagina web, pero no estaría mal hacer una que se titulara yotesacodelanieve.com, en fin...
...saca al niño que hay en ti!!

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